...tras la caída la muchacha volvió a su alambre, pero esta vez tomó precauciones, escogió un paraguas que le ayudara a mantener el equilibrio, encargó unas zapatillas mágicas, una de cada color por supuesto, que tenían una suela especialmente diseñada para funambulistas, y por último se tejió una red de seguridad, por si volvía a caer...
...aunque malherida por fin estaba preparada para seguir su camino...
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