¿Quién podía ser?
El Dios de la Pérdida.
El Dios de las Pequeñas Cosas.
El Dios de la Piel Erizada y de las Sonrisas Prontas.
No podía hacer dos cosas a la vez.
Si la acariciaba, no podía hablarle; si la amaba, no podía dejarla; si hablaba, no podía escuchar; si luchaba, no podía ganar.
... lo deseaba con vehemencia. Su cuerpo lo añoraba con tal intensidad que casi le dolía...
Buenos dias, princesa...
ResponderEliminarMe encanta...Un beso